martes, 17 de noviembre de 2009


Que hermosa,arropada de aromas de siempre,
la luna en el pelo y el sol en la cara.
Que hermosa, morena, mis penas te apagan, mi dicha es tu dicha, sin tí no soy nada.
Que hermosa y que pobre, el poema que te habla...
me diste la vida y devuelvo palabras, de pétalos blancos quisiera bordarlas, con hilos de oro por darte las gracias.
Que hermosa eres,sabes... que bella es tu estampa...lienzo verdadero que acunas el alma.
Ayer, cuando niña, meciste mi cuerpo, en cada problema me diste el consejo...
¿Qué haré si algún día no veo tu cara?...solo con saberte me siento ya amada,
sabiendo que existes lo tengo ya todo,no me falta nada.

pensamiento



Para que no te fueras,inventé aquel amor verdadero.
En las tardes lluviosas de marzo,acogí en mi rincón tus
anhelos, sonreí, alimenté mis deseos...para que no te fueras,
mariposa de amor de los sueños.

Y el verano que trajo la escarcha, disfrazó el desamor y los
celos. Las estrellas te vieron desde el cielo, apagando mi
noche de pronto...que ingrato tu amor traicionero, que el silencio engalanó de miedo.

Para no despertarte, callé la palabra, me convertí en la nada,
ignoré al viento. Que incauta, que pobre el deseo, como una flor nocturna me cerré y, mientras brindabas con mi sangre, derramé la última gota en sus brazos y quedé yerta ante tus ojos de sombra.
                                                      
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domingo, 15 de noviembre de 2009

cuando las tardes acaban cada vez más pronto...


Aquella vez, en la oscuridad de la habitación, fué como si lo desconocido se rebelara como la promesa del
futuro.A partir de ahí, el esfuerzo por recordar, inutil.

La piel cálida que roza el deseo, la sábana clara anudada a la desnudez, el alma todavía oculta a la mirada...aún mía.

Cuando el beso estalla incontenible, insatisfecho,fálto en si mismo, sientes que las barreras no sirven para detener el instinto, que es necesario librarte de la segunda piel que te oprime.

No dices nada...conoces o reconoces el sabor de las olas que te acarician, saboreas la esencia salobre y dulce...te rompes por dentro, deseas que te llene por completo.

Después de navegar por las aguas libres y llegar al destino final, no sabes si la calma, la luz y la vida misma, hará que todo sea mágia...si el tiempo palidecerá las formas hasta hacerlas grises, gastadas al fín...es eso lo que suele suceder sin darse cuenta, como una venganza hacia quien se atreve a alcanzar la címa, como si la felicidad perpetua no fuese el estado natural de los mortales.

Es como ver el verde paisaje inusualmente limpio y hermoso, el privilegio de la naturaleza en el albor de la primavera,y saber,-temer-que esa belleza menguará...que el viento, las lluvias y la contaminación, podría devastar lo que tan puro ha creado la mano de los dioses.

...Haré que las flores no se marchiten cuando llegue el ocaso...cuidaré todos los rincones olvidados de la luz, y llenaré de aromas los momentos vacíos. No querré que nada pisoteé la tierra fértil ni que las plantas crezcan regadas por el llanto. No tendré que pedir jamás perdón;perdonaré que el sol se esconda de repente, porque yo sé que tras las nubes veré luego, nuestro amor latiendo.

esperando el olvido

Ahora estamos las dos solas y es un día de enero.
Me parece que cayeron todas las hojas, que la crudeza del viento,ha llegado a su máxima expresión.Quizá pueda verle aún entre el frío...la ronca voz que dijo "adios", la imagen que nunca se fué del todo.Nadie más pudo verle.
Ella me habla, a veces calla.Siempre la habia amado,todavía queda un pedazo de sueño,
pero es que ahora no la deseo,hasta querría que me abandonara. Ella me escucha silenciosa,más atenta que otras veces.Que tristeza decirle que no es buena compañera, que su presencia es la presencia misma del vacío, que ahora la reconozco en toda su grandeza.
Me devuelve la imagen que nunca se fué del todo;hasta aquellos ojos que a veces, no pensaban en mí, las palabras que brotaron como nieve sobre mi alma. Ahora, estoy cansada,quiero olvidar incluso lo que no ocurrió, si es cierto que ocurrió algo.
...El amanecer me hace dudar, de que un día te tuve entre mis brazos,quizá fué un sueño tan real que se confunde hasta la certeza.
En el sueño, recuerdo apenas tus ojos-siempre ellos-,brillando en la penumbra. Y a veces,
me daban miedo.Podian ser verdugos implacables, negarme la mirada, robarme la luz,
porque yo era opaca sin ti. Recuerdo los labios, la dulzura de sus contornos, la sonrisa que se apagó de pronto, sin más.
No quiero olvidar la desesperanza última,cuando sentí que te había perdido del todo,cuando no era posible creerlo y ella,-la soledad-,me abrazó de pronto como para convencerme no de que te íbas, sino de que ya no estabas...de que hacía mucho tiempo que estabamos juntas, y entonces, la odié.
Quizá pueda verte aún entre el frío, pero estamos las dos solas.
Es un dia de enero.