jueves, 7 de enero de 2010






Cuando llegó la noche y el silencio más denso,
yo soñé que tus labios me besaban el alma,
que la luna brillando, dibujaba tu espalda y al unirte a mi cuerpo
todo el cielo alumbraba...
Si pudiera un instante retener tu mirada,
que se fueran las sombras que te ocultan la cara...Pediría a la luna cada noche que reine, que nos deje mirarla.

Sin ti no sabría amar...
no encontraría el motivo,
ni la belleza en las flores...
No habría por qué soñar,
 solo un mundo sin colores...
Por ti sé lo que es amor,
pues tu me has dado razones,
para aprender a volar
solo con las ilusiones.


Encontrado entre islas sin nombre
pequeña estrofa liviana de sonata en soledad,
acunabas mis latidos para hacerlos en sonrisa
pulso de aquella amistad...
Te debo cada momento, cada ola de agua tibia
que devolvía la paz, pues fuiste lo único incierto
en un mal sueño real,aquella mano tendida
que daba solo bondad...
verdad de puertas adentro,
fiel pilar de la zozobra,
madero firme en la mar...
¿En qué naufragio he olvidado seguir a nado sin rumbo,
que quería en ti amarrar?.
Amor, entre la tormenta llovió fiel la libertad,
me llevas lejos del lodo...donde nunca soñé anclar.