A ti, que los caminos
se te llenaron de pena,
que la noche fue tan larga
que duró toda una vida...
A ti, que lloras de miedo
cuando el pasado te aferra,
que sembraste una flor yerta
la que a tu dicha se niega...
hoy que al fin se abrió la puerta,
cruzala y emprende el vuelo...
que el mundo es de los que vuelan,
de los que no tienen miedo.