Aprendí a amarte
en las horas de sombra,
descifré tus silencios
y olvidé la zozobra.
Aprendí a confiar
sin reservas ni miedos,
sin secretos guardados
sin reproches, sin celos...
Aprendí a entre tus brazos,
cobijar cada sueño,
cada herida aun abierta
me curaste sincero...
Cada noche sin luna
me llevaste hasta el cielo.