domingo, 15 de noviembre de 2009

esperando el olvido

Ahora estamos las dos solas y es un día de enero.
Me parece que cayeron todas las hojas, que la crudeza del viento,ha llegado a su máxima expresión.Quizá pueda verle aún entre el frío...la ronca voz que dijo "adios", la imagen que nunca se fué del todo.Nadie más pudo verle.
Ella me habla, a veces calla.Siempre la habia amado,todavía queda un pedazo de sueño,
pero es que ahora no la deseo,hasta querría que me abandonara. Ella me escucha silenciosa,más atenta que otras veces.Que tristeza decirle que no es buena compañera, que su presencia es la presencia misma del vacío, que ahora la reconozco en toda su grandeza.
Me devuelve la imagen que nunca se fué del todo;hasta aquellos ojos que a veces, no pensaban en mí, las palabras que brotaron como nieve sobre mi alma. Ahora, estoy cansada,quiero olvidar incluso lo que no ocurrió, si es cierto que ocurrió algo.
...El amanecer me hace dudar, de que un día te tuve entre mis brazos,quizá fué un sueño tan real que se confunde hasta la certeza.
En el sueño, recuerdo apenas tus ojos-siempre ellos-,brillando en la penumbra. Y a veces,
me daban miedo.Podian ser verdugos implacables, negarme la mirada, robarme la luz,
porque yo era opaca sin ti. Recuerdo los labios, la dulzura de sus contornos, la sonrisa que se apagó de pronto, sin más.
No quiero olvidar la desesperanza última,cuando sentí que te había perdido del todo,cuando no era posible creerlo y ella,-la soledad-,me abrazó de pronto como para convencerme no de que te íbas, sino de que ya no estabas...de que hacía mucho tiempo que estabamos juntas, y entonces, la odié.
Quizá pueda verte aún entre el frío, pero estamos las dos solas.
Es un dia de enero.

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